Castillo-Palacio de Bulbuente - Bulbuente, Zaragoza

Dreivid G.

Una oda al buen gusto desde que atraviesas su espectacular puerta de entrada. Increíble el trabajo de restauración, la exquisita decoración y el ambiente acogedor de cada rincón del Palacio combinando la historia, la cultura y la modernidad con un equilibrio perfecto.

Y lo mejor de todo como te hacen sentir los días que estás allí, el trato de Luis y compañía que te hacen sentir en casa y están pendientes de todo para que tu estancia sea perfecta… y lo es.

Un lugar mágico para volver y volver.

Rocio F.

Fantástica estancia una vez más, gracias a sus anfitriones. Ya estuvimos hace un par de años en el maravilloso castillo de Grisel, gestionado también por ellos, y está vez tampoco nos han defraudado.
Espectacular trato, preciosas habitaciones, limpieza exquisita, desayuno variado.... detalles....

Todo esto sumado a la magia de pasar unos días en un castillo, hace que sea una experiencia única

Gracias!

Marta P. S.

INMEJORABLE.
El trato ha sido genial, no ha faltado detalle. La habitación preciosa, sin duda de los mejores sitios a los que he ido. Las zonas con sofás, el saloncito con la ropa para probársela, las estanterías con libros… Las vistas desde arriba a la montaña son preciosas. No hace falta decir que para verano volveremos para poder disfrutar más de las zonas verdes.
El libro y la dedicatoria, nos ha encantado, un gran escritor. Estamos súper agradecidos.

Marta C. C.

Muy buena acogida. Cuidan hasta el mínimo detalle y están muy atentos a cualquier necesidad que pueda tener el huésped durante su estancia. Está en un entorno privilegiado que invita a la paz y al relax. Muy agradecidos con todo el equipo que conforman el Castillo de Bulbuente. 100% recomendable si lo que buscas es desconectar de la rutina en un lugar de calidad.

Rosa P.

Si te gusta la historia y los castillos o palacios antiguos este sitio te encantará. Es un lugar con encanto muy tranquilo Ideal para parejas. Las habitaciones tienen una decoración preciosa con algunos detalles de época.
Los dueños han hecho una gran labor reformando este edificio que estaba en ruinas además de dar vida a un pueblo tan pequeño como este con sólo un bar. Si no fuera por este tipo de acciones sería otro pueblo vacío.
Camas muy cómodas y desayuno espectacular con frutas, zumo naranja, café o infusión, tostadas con aceite, tomate, mantequilla, mermeladas y varios bizcochos caseros.
Volveremos si Dios quiere 😃

Manuel R.

Tenía previsto desde hace tiempo pasar unos días en el Castillo-Palacio con varios fines. Primero, conocer a Luis Zueco, cuyas novelas he leído y que por fin las tengo dedicadas y en segundo lugar visitar los alrededores, Monasterio de Veruela, la Catedral, el Palacio Episcopal y la Judería de Tarazona y disfrutar de la gastronomía de la zona.
El Castillo-Palacio es una verdadera joya. La decoración y el mobiliario con un gusto extraordinario que aportan al visitante una estancia muy agradable. Libros y rincones de lectura no faltan. Esa ha sido mi experiencia. Todo un DIEZ.
Dar gracias a Mapi que ha estado pendiente de que nada nos falte y a Luis Zueco, el promotor de que un Castillo con varios siglos, se recupere para el disfrute y descanso de los viajeros.
Seguramente volveremos.
Manuel desde Alcalá de Henares.

Raquel S.

Un lugar maravilloso. Habitaciones decoradas con muy buen gusto, y se conservan algunas zonas del castillo medieval. El servicio muy amable. Y para mejorarlo aún más, admiten mascotas.
Las comarcas de Borja y Tarazona son lugares con un amplio patrimonio histórico y natural, así que hay mucho que ver y hacer por la zona.
En resumen, una escapada muy recomendable. Gracias a todo el personal del castillo.

Silvia D.

Nos hemos alojado en este castillo dos noches.
Me ha encantado el lugar, es muy curioso de ver y más si te gusta la historia.
Nos han atendido magníficamente.

Para cenar no hay nada abierto, pero nosotros cogíamos algo para picar y un vino.
Recomiendo probar los vinos de la zona, y dejarse recomendar por la chica.

Es un sitio para descansar y desconectar